miércoles, 2 de octubre de 2013

Compartir Nº 142
Oraciones de liberación
Monseñor Andrea Gemma, dice que desde el principio de su trabajo
pastoral organizó todos los viernes por la noche, en la catedral, una
reunión para hacer oraciones de liberación. Al orar por liberación,
algunas personas se manifestaban de modo violento o muy extraño y, a
estas personas, las atendía personalmente en la sacristía con más
privacidad. Estas reuniones tenían tanto éxito que la catedral estaba
totalmente llena los viernes por la noche.

El mismo obispo Andrea Gemma escribió a todos sus feligreses una carta
pastoral el 29 de junio de 1992, estableciendo que en todas las misas
de la diócesis, antes de la bendición final, se hicieran oraciones de
liberación, que son verdaderos exorcismos.

Mandó que se recitaran las siguientes oraciones: “En comunión con el
Papa y con el obispo, recordando agradecidos nuestro bautismo y
confirmación, renunciamos a Satanás y a todas sus obras y seducciones.
Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a
Ti. San Miguel arcángel, defiéndenos del enemigo y ampáranos de todas
las asechanzas del maligno. Que Dios te reprima espíritu maligno y tú,
príncipe de la milicia celestial, arroja con el divino poder a Satanás
a lo más profundo del infierno y también a los otros espíritus
malignos, dispersos por el mundo para la perdición de las almas.”

Carisma de san José de Cupertino

En el año santo de 1650, JEAN FREDERIC BRUNSWICK, hijo del duque Jorge
de Brunswick y uno de los jóvenes más notables de la nobleza alemana,
se acercó a la ciudad de Asís, buscando la verdad, pues se había
pasado al lado protestante al terminar la guerra de los 30 años entre
católicos y protestantes.
El cardenal Tapaccioli le escribió al santo José de Cupertino: Un
príncipe protestante quiere retornar a la fe. Le ruego de persuadirlo
y recibirlo con caridad. Jean Frederic había oído hablar de la
santidad del fraile José de Cupertino y quería convencerse de que la
Iglesia católica era la verdadera.
Entonces, al llegar a Asís, asistió a una misa celebrada por el santo.
Después del rezo del Padrenuestro, el santo se quedó en éxtasis y se
alzó en el aire. Después de la misa, el santo religioso pudo conversar
durante dos horas con el duque y éste regresó a la Iglesia. El haber
visto celebrar la misa con tanta devoción y con éxtasis, le convenció
de la verdad de nuestra fe y de la presencia real de Jesús en la
Eucaristía, a quien tanto amó toda su vida.

Mensaje para las familias

La Virgen María, nuestra Madre, le decía al padre Esteban Gobi,
fundador del Movimiento sacerdotal mariano, aprobado por la Iglesia: A
los niños les pido que crezcan en la virtud de la pureza. A los
jóvenes les pido que se formen en el dominio de las pasiones con la
oración y la vida de unión conmigo y que renuncien a ir a los cines y
discotecas, donde hay un continuo peligro de ofender la virtud de la
pureza. A los novios les pido que se abstengan de toda relación antes
del matrimonio. A las familias les pido que se formen en el ejercicio
de la castidad conyugal y nunca usen medios artificiales para impedir
la vida (13 de octubre de 1989). A. P.
En estos tiempos en que hay tanta pornografía y tanta inmoralidad, es
importante protegerse bajo el manto de María y rezar el rosario, que
es un arma sencilla y humilde contra la soberbia de Satanás. Y,
además, acudir frecuen¬temente a Jesús Eucaristía para recibir fuerza
para seguir adelante. Algo importante es también el acudir a los
santos y ángeles en demanda de ayuda. Y muy especialmente, pedir ayuda
a todos nuestros familiares que estén ya en el cielo y a todos los
ángeles de nuestra familia que han sido sus custodios a lo largo de
los siglos. De vez en cuando, les recomiendo mandar celebrar una misa
en honor de los ángeles de la familia y por todos los difuntos,
incluidos los niños muertos sin bautismo. Que Dios haga de su familia,
una gran familia para gloria de Dios.  P. Ángel Peña.

Superó todo odio y rencor

Cuando el 10 de febrero de 1990, NELSON MANDELA de Sudáfrica fue
puesto en libertad por quienes le hicieron pasar 27 años de cárcel
injusta, tenía todos los motivos para sentir odio y rencor. Sin
embargo, su reacción fue siempre de perdón y de reconciliación. Y
dice: Siempre supe que en lo más profundo del corazón humano hay
misericordia y generosidad. Nadie nace odiando a otra persona por
razón de su piel, de su origen o de su formación o religión. La gente
aprende a odiar y, si aprende a odiar, también puede aprender a
perdonar y a amar. El amor es más natural al corazón humano que el
odio.
Cuando salió de prisión y llegó a ser Presidente del país, no dio
discursos fáciles. Renunció a la tercera parte de su salario y creó el
Fondo Nelson Mandela para la infancia. Salió de la cárcel sin rencores
y afrontó la situación política con libertad y prudencia. Dijo: Cuando
salí de la cárcel me impuse la misión de dar libertad a todos. La
verdad es que todavía no somos libres. Hemos logrado la libertad para
ser libres, el derecho a no ser oprimidos. Pero ser libre significa
respetar al otro. Hemos caminado un largo trecho hacia esa libertad,
pero nos podemos retrasar. A. P.

Relaciónate con tu Ángel

Procura ser delicado y atento con tu ángel. Al levantarte por la
mañana, dale los buenos días a Jesús, a María y a tu ángel custodio,
que ha estado toda la noche a tu lado y ha estado orando por ti. De
vez en cuando, dale la alegría de ofrecerle alguna flor espiritual: un
sacrificio, el rezo del rosario, hacer un pequeño servicio...
También puedes ofrecer alguna misa o comunión en su honor y en honor
de todos los ángeles de tus antepasados, que son parte de tu familia.
Puedes pedirle al ángel que visite a tus familiares ausentes para
darles un mensaje o su bendición. Cuando estén enfermos, que vaya a su
cabecera y se preocupe de que todo vaya bien. Incluso puedes pedirle
que se asocie a todos los ángeles de la familia para que ayuden al
enfermo, especialmente, cuando lo estén operando o cuando se encuentre
en algún momento de peligro o dificultad.
Siempre es bueno que, al hablar con alguien, pensemos en su ángel y lo
saludemos, pues, aunque la persona no sea muy buena, su ángel sí lo
es. Cuando vayas de viaje, invoca al ángel del chofer y de los
compañeros de viaje para que todo vaya bien y alejen todo poder del
maligno. Si eres profesor, invoca al ángel de tus alumnos. Si vas a
dar una charla, homilía o conferencia, invoca a los ángeles de los
asistentes. P. Ángel Peña.

La fe reprimida degenera en superstición

Decía el gran siquiatra J.G. Jung después de una larga experiencia: De
todos mis pacientes, que han rebasado la mitad de la vida, es decir,
los treinta y cinco años de edad, no hay uno cuyo supremo problema no
sea el religioso. En último término están enfermos por haber perdido
aquello que la religiosidad viva ha podido dar en todos los tiempos a
sus seguidores, y ninguno ha sanado si no ha podido recobrar sus
convicciones religiosas.
Víctor Frankl decía: La conciencia es la voz de la transcendencia… El
hombre irreligioso considera la conciencia como algo detrás de lo cual
no hay nada más. Pero la conciencia no es la última instancia, sino la
penúltima… El hombre irreligioso llegó sólo a la cumbre secundaria… La
verdadera cumbre está oculta a su vista, está velada por la niebla y
él no se atreve a entrar en esta niebla, en esta inseguridad. A ello
se atreve tan sólo el hombre religioso. Se necesita mucho valor para
hacer profesión de lo que se ha reconocido como verdadero y también se
necesita mucha humildad para llamarlo con aquella palabra con la cual
los hombres lo llaman desde milenios: con la sencilla palabra Dios.
Frankl refuta a Freud, que decía que la religión era una neurosis
obsesiva general. Él dice: Casi estamos dispuestos a invertir la frase
y decir: La neurosis obsesiva es la religiosidad síquicamente enferma.
Quien reprime al ángel dentro de sí, hace que éste degenere en
demonio. Pero ¿acaso no hemos visto en el sector cultural, o sea, no
sólo en la esfera individual, sino también en la social, que la fe
reprimida degenera en superstición?. Sí, la fe reprimida degenera en
superstición. Por eso, se cree hoy en tantas supersticiones. No creen
en Dios, pero sí en todos los astrólogos y profetas modernos. P. Ángel
Peña.

NB. Todos las notas de  este “Compartir” se han seleccionado de los
libros del P. Ángel Peña (109). Es un autor interesante y bien
informado. Te recomiendo leerlos en; www.autorescatolicos.org
Gracias por tu visita!!!