sábado, 31 de diciembre de 2011

Compartir Nº 121, enero 2012
Parroquia S. J. Bosco y S. D. Savio
CÓRDOBA - Argentina

Flores del Cielo
Como lo hacía a menudo, .aquél día la abuela Luisa había ido al
hospital, llevando en una canasta algunos ramos de flores, acompañados
de un pequeño mensaje bíblico.

Se detuvo cerca de la cama del viejo Santiago, a quien muchas veces
había hablado del amor de Dios, pero parecía que sus palabras no lo
tocaban. El anciano yacía con los ojos irritados y aparentaba estar
muy enfermo. Suavemente, ella puso sus flores sobre la manta y esperó.
Después de un rato, Santiago abrió los ojos y, al ver el ramo,
preguntó: ¿Quién lo mandó? - ¡Dios! -fue la respuesta. El enfermo
permaneció callado, y Luisa continuó entregando sus ramos a otros
enfermos. Al día siguiente, Santiago rogó a su mujer que reuniera a
todos sus amigos incrédulos, alrededor de su cama.

Allí, con una débil voz, sencillamente les dijo: “Jesús es mi
Salvador. Desde que estoy enfermo, frecuentemente he pensado en Dios.
Si existe -me dije-, debe ser posible encontrarlo; y para estar seguro
de ello, le pedí que me mandara una flor. Luego, tras unos momentos de
somnolencia, percibí un sutil perfume, y con estupefacción ví, no una
flor, sino un ramo sobre mi manta. Y una voz me dijo que Dios me lo
había enviando. Como si la contestación a mi oración no bastara, hallé
las palabras de Jesús atadas a un tallo: "Y Yo no rechazaré al que
venga a mí," (Juan 6:37). Entonces, aquí en mi cama, acudí a él, tal
como me encontraba..., y Él me respondió. Ayer yo negaba la existencia
de Dios...; hoy puedo morir creyendo en Cristo”.

Bienaventuranzas para las vacaciones
• Bienaventurados si hacen de sus vacaciones un tiempo de gracia, de
amistad, de encuentro y de amor.
• Bienaventurados serán si dedican las vacaciones a hacer esas
pequeñas cosas que durante el año les resulta más complicado. En
especial serán muy bienaventurados si dedican más tiempo a la familia
y los amigos.
• Bienaventurados si son capaces de dar un tiempo de descanso a la
querida televisión, a la consola de jueguitos, a la compu.
• Bienaventurados si se dedican a abrirse a gente nueva, escuchando a
personas de otros lugares, de otras culturas, experimentando la
alegría de dar y darse.
• Bienaventurados si reservan un tiempo de vacaciones a ustedes
mismos, alejándose del ajetreo de la gente y pensando en sus vidas,
proyectos, dificultades.
• Bienaventurados si combinan los tiempos de descanso con otros
momentos de oración, de lectura, de ayuda a los más necesitados.
• Y sobre todo serán bienaventurados si durante las vacaciones, al
hacer la maleta, se acuerdan de meter a Dios y, cuando lleguen al
lugar elegido (o en la propia casa), no se olvidan de sacarlo.

Oración de Año Nuevo
Doy vuelta a otra hoja del libro de mi vida. ¿Qué traerá el año que
empieza? Lo que tú quieras, Señor. Pero te pido fe, para mirarte en
todo. Esperanza, para no desfallecer. Caridad perfecta en todo lo que
haga, piense y quiera.
Dame paciencia y humildad. Dame desprendimiento y un olvido total de
mi mismo. Dame, Señor, lo que tú sabes me conviene y yo no sé pedir.
Que pueda yo amarte cada vez más, y hacerte amar de los que me rodean.
Que sea yo grande en lo pequeño. Que siempre tenga el corazón alerta,
el oído atento, las manos y la mente activas, el pie dispuesto.
Derrama, Señor, tus gracias sobre todos los que quiero. Mi amor abarca
el mundo y, aunque yo soy muy pequeño, sé que todo lo colmas con tu
bondad inmensa.

Un águila con las alas cortadas
Cierto día un hombre capturó a un águila, le cortó sus alas y la soltó
en el corral junto con todas sus gallinas. Apenada, el águila, quien
fuera poderosa, bajaba la cabeza y pasaba sin comer: se sentía como
una reina encarcelada.
Pasó otro hombre que la vio, le gustó y decidió comprarla. Le arrancó
las plumas cortadas y se las hizo crecer de nuevo. Repuesta el águila
de sus alas, alzó vuelo, apresó a una liebre para llevársela en
agradecimiento a su liberador.
La vio una zorra y maliciosamente la mal aconsejaba diciéndole: --No
le lleves la liebre al que te liberó, sino al que te capturó; pues el
que te liberó ya es bueno sin más estímulo. Procura más bien ablandar
al otro, no vaya a atraparte de nuevo y te arranque completamente las
alas.

Siempre corresponde generosamente con tus bienhechores, y por
prudencia mantente alejado de los malvados que insinúan hacer lo
incorrecto.


El espantapájaros
En mi huerto tengo cuatro hileras de fresas, una verdad que
evidentemente ha sido proclamada, desde los techos, a todos los
pajarillos del vecindario. Por eso, pasé bastante tiempo construyendo
un espantapájaros, con palos de escoba, un abrigo viejo, un par de
pantalones y un sombrero blanco. Lo que me esperaba, era una sorpresa,
porque una mañana poco tiempo después, un sabio petirrojo se hallaba
situado encima del sombrero y parecía estar cantando a voz en cuello:
—¡Aquí hay fresas gratis! Vi dos clases de pajarillos: los sabios y
los necios. Los necios se sentaron en los árboles, temerosos del
espantapájaros. Los sabios sabían que el espantapájaros era
simplemente un aviso disfrazado.
a Biblia nos dice que hay personas sabias y personas necias. Moisés
envió a 12 espías a reconocer la tierra prometida, una tierra de
frutos y bendiciones fabulosas. Diez de ellos tuvieron temor de los
"espantapájaros": los gigantes y las ciudades amuralladas. Dos
"pajarillos" sabios, Caleb y Josué, creyeron que Dios les había dado
la tierra. No se confundieron. Caleb calmó al pueblo que murmuraba
contra Moisés. —Subamos, les dijo, y conquistemos ese país pues somos
más capaces. (Números 13,30).

Dios bendice ricamente a los que viven por fe y no se detienen ante
los espantapájaros de la duda y el temor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu visita!!!